El entorno humano del deportista
El deportista es sin duda la persona que "da la cara", pues con sus acciones y éxitos logra engrandecer su equipo y hasta naciones. Pero cada individuo que elige ser distinto al resto y dedicar su esfuerzo al deporte y transformarlo en un estilo de vida, tiene o debe tener un entorno humano que lo prevea de toda la fuerza anímica necesaria para lograr tales proezas.
Es muy importante el contacto que el deportista tenga con su gente más cercana o su comunidad inmediata, hablamos aquí de entrenador, familia y compañeros. Debemos de reconocer que en el núcleo de las relaciones interpersonales entre el entrenador y el deportista se consolidan las condiciones para obtener los rendimientos propuestos en los entrenamientos y competencias. Otro aspecto importante que depende directamente del entrenador es la de inculcar una mentalidad analítica a sus deportistas, lejos de la carga emocional que tanto daño hace a la ejecución deportiva. Este aspecto se trabaja enfocando el análisis de causas a los errores cometidos, es decir, responder al qué ha sucedido, al cómo ha sucedido, por qué ha sucedido y qué puedo hacer para cambiar lo sucedido. De esta manera siempre se obtiene un beneficio del error, que no es más que un aprendizaje adecuado en vez de una reacción emocional que se podría dar en el caso de sufrir el castigo.
Es innegable que en estos días los valores entre los adolescentes y adultos jóvenes van en decremento y esto genera una vinculación débil hacia cualquier compromiso e incluso hacia cualquier ser humano, lo que nos da como resultado la poca empatía de estos jóvenes. el individualismo y el desinterés social. Ante esta realidad el deporte propone una alternativa de cambio muy importante a dichas tendencias. En el convergen una enorme cantidad de valores que luego se aplican a nuestra vida cotidiana. El deporte es uno de los generadores de interacción social por excelencia, ya que de alguna manera entran en juego otros, ya sean compañeros o contrincantes con los que inicialmente se comparte un ideal, un placer por el deporte que se practica, un espacio, un elemento, reglas, etc. La familia es quién, con su orientación, dedicación y empeño logran desarrollar en el deportista una motivación que pueda generar conductas favorables para la alcanzar sus metas.
Y por último los compañeros que se vuelven una extensión de la familia a quienes se debe aprender a ver con respeto, la tolerancia y la empatía son dos puntos importantes que debemos trabajar, conforme toleremos y nos pongamos en el lugar del otro podremos ver de distinto ángulo, logrando un respeto y un compañerismo que nos permitirá desarrollar nuestro potencial al máximo. Nuestro grupo de compañeros es determinante en nuestro actuar, porque son las únicas personas que consideramos como iguales , que sienten y actúan como lo haríamos nosotros mismos, más que compañeros son hermanos por elección, hermanos que comparten ideales ,pasiones, acciones y actitudes.
El ser aceptado e incluido de una manera positiva genera confianza, reafirma la posición que se tiene y despierta un sentimiento de fortaleza y esperanza en el deportista.
Es esta comunidad inmediata quien teje una red alrededor de los deportistas, que los motiva, los soporta y los contiene, pero a la par de esto disfruta con ellos y se viste de sus glorias.
No debemos olvidar que, la calidez del trato, la comunicación, la empatía, el respeto y la motivación, serán los pilares que posteriormente soportaran grandes triunfos sin derrumbarse.